martes, 7 de junio de 2011

Días Grises

    Nunca me gustaron los días lluviosos, no les veo el lado romántico que ensalzan en las películas, ni estrenando subidón de enamoramiento me parecieron excitantes, ni bellos, y mucho menos alegres.
     He de reconocer que las tormentas de verano tienen su gracia en un día axfisiante de calor y sobre todo si te pilla refrescándote en una piscina o en la playa, y si estás de buen humor puede que te de por saltar sobre los charcos, pero hoy este tampoco es el caso... me he levantado como el día, gris, nublada y con tormenta interna, y aunque sé que después de la tormenta viene la calma como dice Alejando Sanz, la tormenta pasó y la calma no llegó. Este buyebuye interno me tiene agotada con tantas contradicciones, temores, dudas, emociones, subidones, bajones, y un sin fin de sentimientos subidos a una montaña rusa.    Sé que nos espera una etapa dura y difícil, pero que pasará y tendrá su recompensa, que dejará su enseñanza en nuestras vidas y nos hará más grandes y fuertes, sé que aún queda un peldaño por subir y es alto, que el camino que nos ha tocado andar en este momento está lleno de obstáculos y pequeños impedimentos que nos lo hace más dificultoso aún si cabe. Pero a pesar de que el tiempo no corre a nuestro favor, sé que lo curará todo y que la paciencia en estos casos es una gran virtud, así que hoy que no veo el sol solo pido que me inunde la paciencia.   
   La semana que viene empezamos el periplo de cambio físico, mental, estructural, domiciliario y todo aquel que sea necesario para acomodarnos a la nueva situación, aprenderemos a andar de nuevo, tendremos nuevos objetivos y prioridades, la vida nos vuelve a sacudir para ponernos en nuestro sitio, por fin.