lunes, 20 de diciembre de 2010

El bautizo de la vida

   Hace varios días me encontré con una antigua compañera del cole en la puerta de una iglesia, y tras una larga conversación e interrogatorio mutuo sobre nuestras vidas le pregunté a quién esperaba, su hija estaba en misa pues hace la comunión el próximo Mayo. Me extrañó que ella estuviera en la puerta pues considero que si crees en algo, los padres debemos ser los primeros en dar ejemplo. 
   Me confiesa que el cura reparte unas especie de pegatinas todos los domingos a los niños que van a hacer la primera comunión y es un requisito indispensable tener el álbum completo para tal día, así que la niña con ganas o sin ellas asiste todos los domingos a misa para recoger la dichosa pegatina.

   Supongo que ésta es una nueva estrategia de la iglesia: engatusar con pegatinas. Creo que una vez conseguido el propósito y la fiesta de lo que supone hacer la comunión, los niños abandonarán la costumbre de ir todos los domingo a misa que el cura cree haber inculcado en las nuevas generaciones, no lo sé.

   Este encuentro me hizo reflexionar sobre la decisión que tomamos en su momento mi mujer y yo en no bautizar a nuestra pequeña, y aunque pensábamos que nos lo ponían fácil al no permitir que hijos de homoxesuales pertenecieran a la comunidad cristiana, no es así. Siempre que los padrinos sean cristianos, heteros y "decentes", la niña se puede bautizar, ya que es un número más en sus listas y eso supone ingresos.

   Cuando la elección de religión sea libre, cuando no haya manipulación, cuando las enseñanzas sean las correctas, positivas, sin inculcar el miedo y el castigo, ni el infierno y los demonios, cuando a los homoxesuales nos traten con respeto e igualdad, cuando la palabra de Dios sea de amor incondicional, cuando no haya un castigador observador y no existan los pecados sino los errores cometidos... entonces mi hija podrá elegir la religión cristiana, mientras tanto le hablaré de la realidad, de la pederastia, de las manipulaciones a las masas, de las masacres por no permitir el uso del condón, de la inquisición, y de la acumulación de riquezas, arte, oro y demás. Y le hablaré de mi religión basada en el AMOR, en el respeto, en la solidaridad, en la prevención, le hablaré de los derechos humanos, de la igualdad, de ser mejor personas cada día, del aborto, del perdón, le hablaré de que el ser humano es extraordinario y por supuesto la bautizaremos en la vida.