martes, 17 de enero de 2012
lunes, 19 de septiembre de 2011
Un nuevo caminar

Vivir en pareja es difícil, tendemos a renunciar a cosas, a posponer nuestras necesidades para adaptarnos a las de la pareja, lo hacemos insconcientemente y al final nos pasan factura, también tiene mucho que ver la manera en la que nos educan, desde chiquitillos nos enseñan a creer que hay que vivir en pareja, que es lo mejor cuando en realidad la soledad deseada es un verdadero placer... ¿O por que no pueden haber parejas de 3? ¿O de 4? Tendemos a repetir esquemas copiados de nuestros padres, aguantar sin hablar, pensar que todo se arreglará solo, pensar que todo está bien y es normal pasar crisis... ( como hace mamá) o a hacer las cosas como papá sin dar explicaciones de nada, ir a su puta bola sin pensar en los demás ni contar con la opinión de nadie, etc... ( yo he copiado de ambos),
yo estoy aprendiendo a identificar lo que es copiado y lo que no, estoy aprendiendo a escucharme y saber que es lo que realmente quiero y necesito, estoy aprendiendo a poner los pies en el suelo y caminar sola, sin ajustarme a las necesidades de los demás (salvo las de Maya), siendo yo misma, escuchando mi interior y apartando mi ego. En estos momentos me resulta más fácil cuando la tormenta ya ha pasado aunque las aguas siguen revueltas y creo que era necesario porque ya no me reconocía a mí misma, había dejado de ser yo, había perdido el norte y también el sur... me miraba al espejo y no me reconocía, más bien sentía rencor, indignación y estaba a punto de tocar fondo cuando decidí ponerme en manos de un profesional para que me ayudara a identificarme, a descubrir lo que me pasaba, a salir de la monotonía y de esta situación que me estaba axfisiando... y con tan solo tres sesiones empecé a remontar, a volver a quererme, a decidir por mí, a dejar atrás lo que no era mío ni me pertenecía (incluidos los kilos de más), empecé a tener motivaciones e ilusiones y querer vivir feliz, cosa que ya se me estaba olvidando... Tengo suerte, siempre la he tenido.
miércoles, 29 de junio de 2011
La enseñanza
En un templo budista lejos de cualquier civilización un maestro sabio aconseja y aprende a la vez de su alumno, está obtuso, no quiere mirar hacia delante y con toda la calma y amor del mundo el maestro dialoga con él:M* No te detengas ahora, estás en tu caminoA* ¿a qué llamas tú estar en el camino, maestro?M* a saber lo que quieres, a conocer las leyes del universo, a ser creador...A* ufffff lo que se necesita para eso...M* el camino empieza en alguna parte, solo hay que andar libre, en quilibrio.A* yo prefiero tener cargas y que me abracen por la nocheM* no digas eso¡¡¡ quieres ser libre¡ cuantas veces lo has dicho? te pueden abrazar y no tener carga ¿por qué estas así hoy?A* mas difícil todavía, tengo que crecer a la vez que la persona que quieres y que ha decidido quererteM* eso es casi imposible... cada cual tiene su crecimiento a su propio ritmo, ¿como pueden crecer dos personas a la misma vez cuando todo crecimiento implica un aprendizaje? hay gente que aprende deprisa, otros mas lento... ¿como unir esto?es difícil de unir, por eso hay que caminar solo, ¿no quieres caminar solo?A* si te dejas atrás todo, todo, todo, no¡M* solo dejas las cargas... como tu dices hay que viajar ligero de equipaje, entonces te encontrarías a tí mismo pero es difícil...
en esta vida se usa y se suelta todo
A* no quiero, no me da la ganaaaa¡M* quizá sea lo correcto
A* me resistoM* somos seres independientes, se te está enseñando a serlo, debes caminar sin la ayuda de nadie... tu has elegido esa enseñanza... ¿por qué te resistes ahora?
no tiene lógica, llevas dos años avanzando y ahora vas y te sientas de culo en mitad del camino y pillas una rabieta de niño pequeño.M* ¿Es por mí? no te preocupes... no seré un obstáculo para tí... te ayudaré lo mismo que tu haces conmigo, no seré tu carga, se soltar a tiempo, lo sabesA* que egocéntrico eres...M* solo quiero decirte que no es cuestión de sentarse en el camino, que no hay que resistirse como tú lo haces porque ahora no piensas en soltar nada... como has dicho, solo hay que disfrutar de lo que la vida te va presentando sin agarrarse a nada, usando y soltando... porque yo saco de tí lo mismo que tu de mí, y no implica que sea una carga sino un compañero de viaje en el mismo camino, no se trata de llenar la mochila, sino de dejarse acompañar por lo que merece la pena, estando atento, disfrutando de todo lo que se presente, y soltando cuando ya no sea fructífero. Aplícalo a todo en tu vida.A* pero ahora estoy embobado contigo, no soy capaz de pensar con claridadM* ¿y que podemos hacer al respecto???A* tú apareciste en mi vida como por arte de magia... y menuda magia... porque eres mágico y mi vida contigo en ella cobró sentido, tu presencia me va a ayudar en mi siguiente evoluciónM*para eso estoy aquí y lo veremos juntos porque ahora me apetece caminar junto a tíA* todo esta girando para encajar las piezasM* si, todo tiene sentido, es la hora de vaciar la mochila para seguir avanzando... la evolución que mi antiguo alumno me aportó se ha detenido... y he de seguir andando, así que elejí soltar la carga, yo fui pilar fundamental en su vida para que llegara al punto en que se encuentra ahora y él lo fue para mí, porque andábamos muy perdidos, juntos conocimos el reiki, la meditación, el coaching, técnicas orientales y demás temas de metafísica que nos han ayudado a seguir creciendo, con los planteamientos que me nacían llenos de sentido común hemos evolucionado, pero ahora los caminos se separan, debe andar solo, con o sin muletas... pero solo, y yo elijo partir por mi cuenta, y en mi camino encuentro a gente maravillosa como mi nuevo maestro que me eleva, o tú que me haces sabio, y me aportas frescura, y sigo avanzando.A* siiiii es genialM* esto no quiere decir que tengamos que seguir juntos por que sí y para siempre.... quiere decir que estamos en el mismo punto del camino y que podemos seguirlo juntos el tiempo que nos dé la real ganaA* entendidoM* hasta que uno de los dos decida que quiere pararse o que quiere acelerar el paso, o nos sintamos tan unidos y cómodos andando juntos que no necesitemos cambiar nuestro ritmo... pero eso ya se verá, ahora solo disfruta del encuentro, acepta los beneficios y no te sientes en mitad del camino a lloriquearA* me dices unas cosa que me ponen la pilasM* Ahora levanta el culo y echemos a andar
A* Sí maestro.
martes, 21 de junio de 2011
La princesa que no encajaba

Los reyes dieron la orden de pregonar por todos los reinos vecinos la celebración de una fiesta en palacio para presentar a su primogénita en sociedad invitando a reyes vecinos y descendientes barones, en tan sólo cuatro lunas la princesa Catalina debía ser casada y coronada.
A la fiesta acudieron toda la nobleza que jamás se había reunido en todos los tiempos con el fin de ser elegidos merecedores de los encantos de tan deseada doncella y poseedores de una fortuna inmensa, la mayor de todos los reinos hasta entonces constituidos. Llegaron duques, condes, príncipes, caballeros armados, barones, marqueses, incluso obispos y el mismísimo papa. La princesa engalardonada con sus mejores atuendos se contoneaba por el salón acompañada de sus padres y hermanas decidiendo cual de tan elegantes caballeros le gustaría compartir para siempre castillo, alcoba, y el resto de su vida... aunque las hormonas en plena revolución la tenían desconcertada, ansiosa y deseosa, no era capaz de decantarse por ninguno en particular y siguiendo el consejo de su vieja madre optó por fijarse en las riquezas que aquellos embaucadores ambiciosos de poder ofrecían como dote para la novia.
Tras una larga deliberación los reyes encontraron al candidato perfecto, alto, guapo a la vez que atractivo, de inmensa fortuna recaudada en largas batallas, Príncipe de Bration, y Coronel del Ejército Real... La boda duró seis días y la princesa se sentía como en un nube de algodón entre tantos elogios, regalos y admiración pero era consciente de que algo no iba bien, no sentía aquello que tantas veces le habían contado llamado amor... no sentía la necesidad irrefrenable de besar a su recién estrenado marido, no lo admiraba tanto como para querer fugarse con él, no ardía en deseo cuando sus ojos se clavaban en él, no sentía las mariposas de las que le hablaron que tantos sueños le hicieron tener, las riquezas no llenaban sus vacíos, y los parajes no enriquecían su corazón...
Transcurrieron tres largos años para la princesa Catalina y aunque siempre creyó en los cuentos de adas, príncipes azules, y finales felices no era este su caso; no entendía como algo tan raro como era aquello que hacía por las noches en la intimidad podía ser anhelo de muchas jovencitas de su edad e incluso de alguna de sus hermanas, aunque ya tenía dos hijos a los que adoraba, no encajaba bien tener que dedicarse en cuerpo y alma a su marido y los quehaceres del castillo. Sus ojos veían más allá de lo visible y tenía la destreza de poder plasmarlo sobre un trozo de papel o de tela, pero no era capaz de ponerse a disfrutar de tan preciado talento, se sentía vacía, no encontraba su lugar en el mundo.
Todos adoraban al nuevo rey, era justo en su reinado y bondadoso, y muy cariñoso con su esposa e hijos, pero cada día que pasaba para Catalina era mayor el desprecio que sentía hacia su rey, repudiaba su cuerpo y su aliento aunque sumisa aceptaba su destino, aunque segura de no encajar en su papel no hacía nada para salirse de él.
Un caluroso día de verano bajó la joven reina con sus hijos al lago a jugar y cuando la calor apretó y la ropa empezó a estorbar decidió liberarse de ataduras y refrescarse en aguas tan cristalinas y apetecibles... cuando se percató que unos ojos negros la observaban tras unos matorrales; furiosa agarró a la que resultó ser la propietaria de dichos ojos y la inmovilizó en el suelo como si artes marciales conociese, quedando impresionada al descubrir que de barón no se trataba.
Martina tenía 18 años, por sus ropas parecía criada de palacio o sirvienta en la cocina, siempre sintió especial predilección o adoración por la princesa Catalina y solía seguirla, observarla, copiar sus movimientos, sentía que algo la unía a ella y no sabía controlar ese instinto animal que le salía cuando la veía. Catalina la miró a los ojos, algo pasó en su cuerpo, se le erizó el vello, sintió un escalofrío, sus pupilas se dilataron y su vientre se estremeció. Se asustó, pensó que la había hechizado con sus ojos negros, que era una bruja que quería hacerle daño, pero fue incapaz de apartar la mirada y un sentimiento de paz la inundó por completo. La levantó del suelo con delicadeza, le sacudió su vestido rojo y sin mediar palabra la joven partió corriendo avergonzada.
Algo ocurrió en Catalina, ya no era la misma, estaba hechizada por esos ojos, y no podía dejar de pensar en ellos. Insconcientemente anhelaba esa mirada limpia, deseaba cruzárseladonde se estaba limpiando, salía al granero para ver fabricar el pan, ayudaba en los establos, pero no conseguía verla... sin percatarse que Martina la observaba desde muy cerca.
Una noche de otoño Catalina salió de su alcoba para pasear por los jardines y mirar la luna, le servía de huida, su pensamiento la llevaba a imaginarse en otro lugar, en otra época, con otra compañía, la llevaban a estar con esos ojos y aquella noche la luna llena se los devolvió. No iba a permitir que se esfumaran como la primera vez, la cogió por el brazo, la acercó hacia su pecho y la amarró contra ella cara a cara, se miraron..... se besaron. Aquella noche Catalina encontró su lugar en el mundo junto a Martina, cambió las leyes del reino donde las mujeres tenían los mismos derechos que los hombres y podían gobernar, los matrimonios se deshacían con la misma cordialidad que se unían, las personas elegían libremente a quien amar. Catalina dejó de creer en príncipes azules para empezar a amar a princesas rojas.
Nota: Inventado por Lola Centeno.
Nota: Inventado por Lola Centeno.
martes, 7 de junio de 2011
Días Grises
Nunca me gustaron los días lluviosos, no les veo el lado romántico que ensalzan en las películas, ni estrenando subidón de enamoramiento me parecieron excitantes, ni bellos, y mucho menos alegres.

La semana que viene empezamos el periplo de cambio físico, mental, estructural, domiciliario y todo aquel que sea necesario para acomodarnos a la nueva situación, aprenderemos a andar de nuevo, tendremos nuevos objetivos y prioridades, la vida nos vuelve a sacudir para ponernos en nuestro sitio, por fin.
viernes, 3 de junio de 2011
HOMBRES!!!!!
Esta historia ha sido sacada de los 200 mail que recibimos de chorra en un día, me hizo gracia y he decidido ponerla en mi blog, siento si ya la has leido¡
martes, 24 de mayo de 2011
De nuevo amanece¡ III
Carla lleva casada con Mario diez años aunque los últimos cinco han sido un auténtico infierno...
Desde que nació su segunda hija, Mario dejó de mirarla con los mismo ojos, dejó de desearla, de mimarla, de amarla, para quedarse en un solitario quererla. Sí, la quería, eso era indiscutible... diez años dan para mucho y la quería aunque no de la misma forma que cuando se conocieron, ni cuando se fueron a vivir juntos, ni cuando se casaron, ni cuando le dio su primera hija...dicen que el amor es la energía más poderosa que existe en todo el universo y que como toda energía ni se crea ni se destruye sino que se transforma, así que Mario fue transformando su amor por Carla hasta dejarlo casi axfisiado para convertirlo en un querer parental.
Vio como Mario se escondía para seguirla cada mañana, como compraba rosas blancas y se las regalaba, como le dejaba cartas de amor en su buzón, como se acicalaba y se perfumaba, como se escapaba de la oficina para encontrarse con ella, como se inventaba mil escusas para llegar más tarde y poder meterse en su cama, como empezaron a brillarle de nuevo los ojos... nunca le dijo nada, no estaba dispuesta a perderlo por un encoñamiento que no iba a durar mucho, no era falta de dignidad sino amor del que se sale por los poros de la piel. Y no se equivocó, en dos meses se acabó todo, y notó como su marido se volvía huraño, irascible, desaliñado, incluso malvado cuando nunca lo fue. Supo que al acabarse su romance le haría tomar un decisión importante al respecto, ansiaba que se diera cuenta de lo que tenía en casa, que volviera a valorarla, a respetarla y sobre todo a amarla, o que decidiera abandonarla definitivamente acabando así con su callado sufrimiento.
Lenny apareció pasadas cuatro horas, Carla que seguía sentada y sonriendo le hizo un gesto con la mano, Lenny se sentó junto a ella con cara de interrogación y estuvieron hablando cálidamente durante más de dos horas. Lenny se sonrojó al identificarla pero no hizo nada, por alguna extraña razón no podía dejar de mirarla, de escucharla, de sonreirle, le transmitía una paz fuera de lo común y aunque a veces se sentía culpable de su dolor narrado no pensaba ni un segundo en abandonar el lugar hasta que no hubiera terminado. Carla fue clara, contundente, fue al grano, le habló de como se sentía, de lo que quería de ella, en ningún momento le reprochó nada, ni la juzgó, y esto hizo que Lenny la entendiera, pudo meterse en su piel, y comprendió que estaba equivocada con la interpretación que hizo el día que se asustó porque lo vio con el cúter en la mano, Carla estaba presente, le explicó que Mario sólo intentaba abrir la puerta de su coche en aquel instante que se cruzaron porque se dejó las llaves dentro. Llegaron a un acuerdo y quedaron en verse al día siguiente en compañía de sus parejas en el mismo sitio y a la misma hora.
Carla sujetaba la mano de Lenny, se miraban cómplices, Daniela reía a carcajadas, Mario no sabía que parte de la cara taparse dando a su vez golpecitos con el pié en el barrote de la silla, Lenny soltó la mano de Carla para pasarla por debajo de la mesa, le acarició el muslo con suavidad y a esta se le erizó la piel... Daniela paseó su pié descalzo por la entrepierna de Mario que no se escandalizó, a la vez que su miembro recibió la caricia con gratitud; pagaron y se fueron al 2º C.
Carla y Mario abandonaron el segundo piso a las diez de la mañana del día siguiente, era domingo, se abrazaron como cuando se conocieron, se besaron en la calle, Mario le preguntó a su mujer como había sido capaz de hacer semejante locura por él y Carla le contestó "No te equivoques, lo he hecho por mí, las maneras de amar son infinitas".
nota: creado por Lola Centeno

Carla es una mujer fuerte, de carácter, fiel por naturaleza, de cadera ancha y muslos firmes para andar segura por el mundo, de pecho pequeño y sonrisa amplia, castaña de melena media, pero sobre todo lo que destaca de esta mujer era su sentido común y su saber estar, su naturalidad hasta para maquillarse, algo que fascinó a Mario desde aquella noche del 10 de julio que la conoció en aquel hospital por casualidad. Era ATS, y digo "era" porque decidió dejar su plaza fija cuando decidió dedicar más tiempo a cuidar de sus hijas y su marido (algo que nunca será agradecido), sabiendo ahora que se equivocó.
Carla es astuta, más que la media, se deja llevar por su intuición siendo cada vez más acertada, con tan solo mirar a los ojos a su marido sabía lo que estaba pensando, tiene la virtud de entender sin palabras, de comunicar con su cuerpo, así que cuando Mario empezó a obsesionarse con aquella mujer desconocida ella lo supo y siguiendo sus impulsos le siguió para averiguar lo que un presentimiento le gritaba.

Lo que no se esperaba fue descubrir tal obsesión que su marido sentía por aquella mujer, volviéndolo loco, desesperado y harta de no poder quejarse, harta de no sentir, harta de no disfrutar de la compañía de su esposo, harta de ver como se consumía sin hacer nada para remediarlo decidió hacer algo al respecto, decidió coger las riendas de su vida, recuperarlas de donde las había dejado olvidadas en manos de su compañero; necesitaba sentirse viva, sentir emociones, disfrutar del sexo, sentir que aún se le erizaba la piel.
Así que se enfundó su mejor vestido, calzó sus tacones más altos y se maquilló con la exquisitez de su naturalidad, escribió una nota en un papel rosa que robó de una libreta a su hija y lo echó en el buzón
LENNY CAREBY
DANIELA PUERTO
2º C
se fue a la cafetería Charlotte, se sentó, pidió un café con hielo y esperó.

Cuando llegaron a la cafetería Lenny y Daniela ya estaban sentadas en la mesa que había en la esquina pegada al cristal, Mario al verla se quiso girar pero Carla lo asió con fuerza del brazo para que no escapara y le sonrió a la vez que le dijo "relájate todo está bien" .

Carla y Mario abandonaron el segundo piso a las diez de la mañana del día siguiente, era domingo, se abrazaron como cuando se conocieron, se besaron en la calle, Mario le preguntó a su mujer como había sido capaz de hacer semejante locura por él y Carla le contestó "No te equivoques, lo he hecho por mí, las maneras de amar son infinitas".
Fin
nota: creado por Lola Centeno
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